sábado, 13 de enero de 2018

Cómo conocí a la señora Amadelmar

A principios del pasado año mi amo comenzó la búsqueda de una mujer dominante para que colaborase en mi adiestramiento en sesiones reales.

Yo siempre había fantaseado con la idea de estar con una mujer, pero nunca había dado el paso. Y a él, como a muchos hombres, le atraía la idea de verme con una, pero deseaba que ella ejerciera conmigo un rol dominante.

Eso era algo que yo no me había planteado antes. De hecho, la idea de que una mujer me dominase me sublevaba un poco. Pensar en ser sometida por un hombre siempre me había atraído, pero que lo hiciera una mujer me resultaba humillante de verdad, y tal vez por eso... comenzó a excitarme.

Mi amo y yo empezamos a introducir en nuestras sesiones esa fantasía tras más de diez años de relación. Nos conocíamos bien y sabíamos lo que a cada uno le gustaba.

A través de la página de Dominación World, él contactó con Amadelmar, una señora que buscaba sumisa para sesiones reales. Le mandó un mensaje diciéndole que podíamos coincidir en gustos y quedar en caso de que hubiera feeling, le contó lo que buscábamos, lo que nos apetecía..., y comenzaron a escribirse y chatear.

Pronto vieron que tenían afinidad, que les resultaba fácil comunicarse y que nuestros gustos y los suyos podían complementarse.

Yo nunca hablaba con ella, pero él me decía algunas de las cosas que se contaban (no todo, pues hacían sus propios planes como amos). Recuerdo que me gustó mucho que ella le preguntase si yo también quería hacer aquello. Es importante tener claro que todos estamos de acuerdo a la hora de practicar este tipo de cosas (sano, seguro y CONSENSUADO).

La única condición que la señora puso para encontrarnos era que su sumiso estuviera presente en las sesiones, y eso era algo innegociable. Al momento nos descolocó un poco, pues no habíamos pensado en ello, pero comprendimos que él debía de ser su pareja y era lógico que no se fuese a aventurar ella sola a quedar con unos desconocidos que además vivían a 200 kilómetros de su casa. Así que lo aceptamos.

Después de un par de semanas hablando y viendo que todo fluía, hicimos una vídeo-conferencia por Skype. Ya nos habíamos mandado fotos pero queríamos ver qué tal marchaba la cosa "en directo".

Y sí, fue una charla muy simpática entre los cuatro y tuvimos claro que nos apetecía quedar. Debo reconocer que los dos sumisos monopolizamos un poco la conversación 😊😊.

Al mes más o menos del primer contacto, quedamos con ellos en nuestra casa. Yo estaba muy nerviosa antes de que llegaran y supongo que también ellos estarían con la incertidumbre de lo que se iban a encontrar. Pero nada más abrirles la puerta y ver la sonrisa de la señora supe que todo iba a salir bien.

Ya os iré contado detalles en mi sección "Bocaditos de gloria" de las cosas que hacemos. Por ahora solo os digo que todo lo que teníamos pensado se ha multiplicado, y que si creíamos que disfrutaríamos entre tres, no veas entre cuatro... 😏
Amadelmar y su sumiso. ¡Qué ganas de volver a estar a sus pies!
No nos vemos tanto como quisiéramos, pues nos resulta un poco difícil cuadrar fechas que convengan a todos, pero lo pasamos bien juntos y siempre estamos planeando nuevas ideas.

Hemos conectado muy bien a nivel personal y parece que nos conozcamos desde siempre. Nos reímos mucho juntos (hasta en mitad de las sesiones nos asalta a veces la risa) y vemos la vida de forma similar. Son extraordinarios. Estamos muy contentos de haberlos conocido. Sabía que mi amo elegiría una gran señora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario