Desde muuuuuyyyy pequeña he tenido claro mi rol de sumisa, y no porque en mi “vida real” lo sea, que no es el caso (madre mía, menudo carácter respondón he tenido siempre desde chica 😁), sino porque en un momento algo se despertó en mí y me hizo desear adoptar ese papel.
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Foto tomada de internet. |
Lo curioso es que sé en qué momento exacto ese “clic” se produjo y, es más, puedo documentarlo gráficamente 😊.
Como digo, yo era muy chica, y me encantaba leer los tebeos de Heidi. Bueno, pues se ve que mi mente pervertida iba mucho más allá de las historias de esos inocentes tebeos y yo las hice mías de un modo muy particular.
Como aún los conservo, he escaneado las páginas que me llevaron a mi despertar como sumisa y me gustaría compartirlas con vosotros.
Fotos tomadas de Editorial Bruguera.
Me imaginaba en el lugar de Stefan, con ese señor tan grande y fuerte, tan serio y con ese bigote, gritándome y agarrándome "dispuesto a darme una azotaina". Había algo en aquellas imágenes que me absorbía y me extasiaba.
Yo quería ser Stefan, quería que ese hombre me chillara, me agarrara con fuerza y me cogiera con un brazo y con el otro descargara toda su furia sobre mi culo con la palma de la mano abierta. Quería gozar como gozaba Stefan, quería sentirme pequeña en sus brazos, indefensa. Y quería sentirme humillada delante de los demás. Yo quería ser Stefan y que me golpearan y me humillaran.
- Y hasta King Kong me volvió loca:
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Foto tomada de internet. |
Yo quería ser todas esas personas, pero eso antes no eran más que fantasías para mí; hoy, por suerte, ya tengo quien me haga sentir así 😊.
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