sábado, 2 de diciembre de 2017

La perra y la zanahoria

Estimada señora Amadelmar:

Se habla mucho de lo del burro y la zanahoria; mi amo y yo tenemos una versión de eso que habla de la perra y la zanahoria como uno de los juegos de humillación que nos encanta practicar.

Como ya sabe, humillarme delante de mi amo me produce una excitación intensa, la cual se multiplica cuando pienso en realizarlo delante de usted.
Foto tomada de internet
Me da vergüenza, pero sé que humillarme delante de usted forma parte de mi entrenamiento como perra, por lo que le voy a contar una fantasía que ojalá usted y mi dueño tengan a bien hacer realidad.

Ya mi amo la ha informado de que me gusta correr a cuatro patas en busca de su polla mientras él me hace rabiar no dejándome cogerla y metiéndose conmigo al ver mi boca abierta deseando que él la llene. Pues nada me gustaría más que el hecho de que usted me llevara un día de mi cadena de perra mientras gateo tras la polla de mi señor. Tal vez podría vendarme los ojos y zurrarme con la fusta si me ve muy torpe para localizar la polla. O tirarme de la correa cuando la tenga cerca para impedir mi deseo de chuparla. O agarrarme fuerte del pelo recordándome lo puta que soy que ando a cuatro patas en busca de una polla que llevarme a la boca. O... cualquier otra cosa que a usted le apetezca.


Por favor, señora, disculpe mi atrevimiento, pero nada me hace más feliz que estar a sus pies y a los de mi señor. 

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